Como estaba previsto, antes de las 10 ya estábamos en Foro. Nos encontramos allí a Sobakero, quien se iba con Los Pantrucos de fartura a Teverga. Tras desearles buen viaje, zarparon de Foro en dirección a Leroy Merlin.
Al poco aparecen Dani y Jose con sendas Kawas KLE 500, y luego Jandro con su BMW F 650 GS. Y por último, Risi con el Jeep Cheroky, en el que aprovechamos para meter algunos bártulos y el papeo.
El cielo gris, perfecto para no asarnos al sol, pero sin amenaza de lluvia. ¡Bien!
Nos tiramos de cabeza a la autovía minera, pues en Pola de Lena nos quedamos de encontrar con Fraile. Allí estaba puntual, con su indumentaria endurera y su flamante Dominator, totalmente renovada.
Parada de un par de minutos y en dirección Carabanzo, donde nos esperaba Luis_KLE y aun colega suyo, probablemente.
Al llegar allí, nos encontramos con Tonín y su V-Strom 650, una alegría, pero de Luis & Cº ni rastro. Doy una vuelta por el pueblo a ver si están en otro sitio, pero no aparece. Le llamamos, pero está apagado o fuera de cobertura. Como el tiempo pasa, y sabe el camino, tiramos adelante. El sol empieza a cascar.
Nunca había hecho esta ruta, y por las informaciones que tenía, había un par de subidas algo chungas, y el resto era todo pista ancha y lisa. O sea, una carretera sin asfaltar.
Estaba expectante pues, ante la subida, pero resultó del todo facilona. Un poco más adelante, Fraile paró a sacar un poco de aire de las ruedas.
Y seguimos la marcha. Durante un buen rato, vamos Fraile y yo delante dándole al mango de lo lindo, y mirando por el retrovisor veía la estela de polvo que iba dejando y me recordaba las imágenes de los raid que vemos en la tele. Una pena no haber parado para hacer unas tomas "racing".
Vamos parando de vez en cuando para reagruparnos todos, viniendo el Jeep de Risi de escoba para recoger las posibles tuercas que vayamos perdiendo, jur jur jur.
Siguen pistas fáciles, subidas, muchos tramos llaneando, y poco a poco vamos ganando altura.
Paramos a ver otra vez el paisaje, leer los paneles informativos acerca de los yacimientos y asentamientos romanos.
Más adelante, un vetusto Nissan Patrol serpentea delante de nosotros, y no nos da opción a adelantar, o bien no mira por los retrovisores el conductor, o pasa de nosotros olímpicamente. Más bien me inclino por lo segundo.
Así que esperamos el momento adecuado para, según se presenta la oportunidad, adelantarle.
Las vistas espectaculares, aunque a decir verdad, casi no las disfruté. En algunos cruces, esperábamos a Risi para que nos indique el camino correcto, pues aquello es un verdadero dédalo de pistas. Perfecto para tirarse el fin de semana investigando caminos (hummm... esto me da ideas para el campamento trail).
En una subida, a uno de nosotros se le para la moto por problemas técnicos, y quien venía detrás le toca y cae al suelo (en parado, sin consecuencias).
Tras un tramo un poco más pedregoso y con algún "regatu" que otro, paramos a la sombra a descansar un rato, disfrutar del paisaje y beber algo.
Miramos el mapa, y yo creía que habríamos hecho una décima parte de la ruta, y resulta que ya íbamos por la mitad. Y yo con ideas de comer por el camino. Va a ser que o aminoramos, o va a ser que no.
Seguimos "p'alante", algunos charcos, pocas zonas boscosas (estamos a mucha altura, entre 1.500 – 1.600 msnm) y mucho piorno (escoba). En algunas paradas mientras esperamos por el resto, veo la caravana de motos seguidas por el 4x4 y parecemos una expedición de verdad, moooola.
Buscamos sitio para comer, con fuente y con sombra desde hace un rato. Ja ja, que risa. Preguntamos a un lugareño por una fuente y nos dice muy amablemente –incluso se ofrece como guía- que allí cerca hay una en una majada. Pero está en el 5º pino (a pata) y como que pasamos.
Seguimos ruta.
Por momentos vuelven a aparecer piedras sueltas.
Y así llegamos a un desvío que es el que está bajo el Pico Tresconcejos, La Cruz de Fuentes, a 1.700 msnm. Poco más adelante, en el Mayau Fierros, paramos junto a un bebedero para el ganado que tiene al lado un rico y fresco manatial.
Eso si, para disfrutar del agua hubo que pagar en canon: una fuerte bajada pedregosa nos hizo ponernos las pilas para mantenernos en vertical. La moto, con los botes que daba, y dando con los bajos varias veces, parecía que se me iba a caer en pedazos. Aquello sonaba por todos los lados. Mal rollo me daba.
Fraile, que iba el primero y no se percató de la parada, se pierde este momento relax – hidratación. Vaya como se agradece quitar la ropa mojada, secar al viento y beber, beber mucha agua, muy fria... y mojar el tarro, y volver a beber...
Llenamos las botellas con agua fresca, y seguimos camino. Aquí empieza a haber tramos más técnicos. Subidas, bajadas, "argayos"... hasta que volvemos a la normalidad.
Pero por poco tiempo: una zona con tremendas vaguadas producidas supongo, por las lluvias del invierno, con zonas muy pedregosas, fue para mi lo más complicado. Aquí uno de nosotros apoyó la moto de lado, y otro casi. Afortunadamente también sin consecuencias para piloto ni máquina.
Iba por allí pensando que más de uno seguro que se iba acordando de mis muelas, y yo a la vez pensaba en Tonin, que iba con la V-Strom. Vamos a dar a una especie de cobertizo donde un hermoso toro, rodeado de nuchas vacas, me mirab con cara de pensar "tio, que c*ñ* hacer por aquí, vete a tocar los huevos a otro sitio". Menos mal que no se enfadó y no nos hizo correr delante de él. Un beso para el torito y su harén, jajaja.
Pasamos por un puente sobre el río.
Seguimos hacia abajo. Otra vez aparecen esos descomunales surcos en la pista. En ocasiones, los paso de lado, atravesandolos por donde se podía, en otras, los evito pasando entre las escobas, encomendado a San Cilindrín de los Tacos para no dar con los huesos entre las duras piedras.
De las zonas chungas no tengo fotos porque como comprenderéis, ya tenía bastante con mantenerme en la moto, como para parar a hacer fotillas...
Y así, sin darnos casi cuenta, llegamos a Pendilla, pueblo ya leonés dnde, según la tradición, los guerreros astures hechos prisioneros por el ejército invasor romano eran crucificados (de ahí el nombre de Pendilla) mientras cantaban el himno de la victoria.
Saludamos a una pareja de octogenarios (por lo menos) que nos miraban con curiosidad (cuando les respondimos que veníamos de Gijón pusieron la cara que nosotros pondríamos si alguien nos dice que viene desde Marte, deben ver pocas motos "de carretera" por allí).
Aquí el amigo Tonin, se despide de nosotros, pues tiene compromisos familires. Tonin, eres un crack. No quiero ni pensar en lo mal que lo pasaría con tu V por allí.
Y seguimos en dirección sur , encontrando la buscada fuente, con agua abundante, fresca, sombra y sitio para sentarnos.
Despliegue de empanada, bocadillos, refrescos, zumos y embutidos.
Comentamos las jugadas más interesantes, jalamos duramente y secamos nuestras sudadas camisetas al sol.
Un abuelo, desde el portal de su casa, nos miraba con más atención que a un partido de futbol de la selección.
Tras el breve refrigerio, y como aún era pronto, decidimos ir a hacer la pista de Valgrande, para así enseñásela a Jandro, quien tenía ganas de conocerla. Risi nos comenta que está cortada por un enorme derrumbe. Decidimos que no podíamos perdernos esa vista.
Salimos a la carretera general, y volvemos a enroscar el mango de lo lindo. Parece que vamos flotando.
Y tras unas cuantas curvillas a buen ritmo, cogemos el desvío hacia Valgrande, tras bajar el puerto Pajares.
Nos adentramos por la pista, en descenso el primer tramo, hasta ganar el valle. Llegamos a un vadeo donde esperamos por el resto de gente. Al llegar Risi y Jandro, nos dicen que una piedra desprendida casi nos amarga la fiesta. Pasó muy cerca de Jandro, que libró por los pelo, yendo a parar contra una rueda del Cherokee de Risi, que pegó un bote de medio metro y creía haber roto la rueda. Pero quedó en nada. Menuda suerte.
En un pequeño vadeo, alguien las pasó canutas también... no se puede bajar la guardia...
Seguimos la pista, en algunas zonas muy rápida, y al final nos damos con la valla que a veces me chafó el camino. Justo detrás de esta valla estaba el derrumbe. Una bajada a plomo de unos 20 m, la cuenta para que algún ciclista BTT deje la vida allí. De hecho a Risi y compañía en su momento les dio un buen susto.
Damos un paseo por allí, charlamos, descansamos, hacemos planes y decidimos dar la vuelta.
Volviendo hacia el asfalto, hubo un momento en el que se me piró la moto de delante y me ví en el suelo, pero las Mitas cumplieron su misión con éxito y todo quedó en un sustillo.
Volvemos a salir al asfalto, nos volvemos a despedir de Risi, y vamos a Mieres como tiros. Tomaremos unas birras en el MC Charly.
De camino hacia allí adelantamos a un Ibiza amarillo canario tuneado y no le debió sentar muy bien, porque empezó a seguirnos, metiendo el morro contra Fraile. Paramos y le dejamos pasar. Que se lleve la medalla. Y aprovechamos para esperar al resto del grupo.
Vamos a una estación de servicio, donde algunos repostan y lavan la moto.
Llegamos al bar de Charly. Estamos derrengaos. Caen las claras en segundos. Pedimos otra. Y otra. Y otra. Cuando estamos encharcados, aparece el amigo Celes y su esposa, Tina. Y nos quieren invitar a otra. Amablemente declinamos la invitación, ya no nos cogía más líquido.
Fraile se pira al rato a ver un concierto de Blues a Oviedo, y nosotros tiramos hacia Gijón.
Por cierto, nos cruzamos con el amigo Zeppe en la minera.
Y cada uno para su casa.
A ducharse y sesión relax, cine y gastronomía.
Un domingo perfecto.
PD: Habrá que repetir y hacer todas sus variantes. Y otro día más tranqui, viendo el paisaje y visitando todo lo visitable para echar el día entero por allí.
Ahí van mas fotos para completarla:
Esta durante una de las paradas:
Aqui otra toma en el mismo sitio donde se ve el Gamoniteiru, segun me dijeron:
Y aqui en otra parada:
Solo decir que yo también la repetiría pero más tranki porque aquello parecia por momentos una especial cronometrada del Dakar. Molaría en plan tranki, sacando fotos, video, etc y disfrutando del entorno. Lo malo que como dijo Risi, en invierno y con la lluvia era impracticable, por el barro y demas, asi que prefiero tragar polvo a jugarmela en el barro...
Chus, a ver si consigues las fotos que nos hizo Risi, que tiene que haber algunas muu guapas
Nos vemos en las pistas
