Lo primero volver a agradecer a Txague la posibilidad que me dio de probar no solo una si no las dos motos, prueba sin la cual ahora todavía seguiría teniendo dudas, que ya quedaron despejadas.
Llego el viernes a Moraleja, con problemas mecánicos en el coche, pero esa es otra historia . Un primer vistazo a las dos motos, muchas preguntas, la Husqy parece “mas moto” quizás porque la KTM de Txague esta bajada y la otra lleva pantalla. Decido salir primero con la Husqy.
Salimos, en la primera frenada sustillo, ruido raro, pensé que había bloqueado, porque montan las dos tacos de motocross, asi que me dije que a controlar en asfalto. Entramos en pista, la moto se mueve bastante, la palanca de cambio esta muy metida por la bota y no tengo casi tacto, el freno trasero es tocarlo y derrapar, esta moto primero no frena y luego lo frena todo, no hay progresión. Pasamos zonas de baches, agujeros, ahí si era lo que me esperaba, se lo traga todo, con la 800 me cortaría, reduciría por el miedo a hacer topes, aquí gas y de frente.
Seguimos por una zona asfaltada para subir a unas antenas, aquí voy muy mal, muy difícil de llevar, no se si por los tacos, porque se me mueve mucho, no lo se, confianza cero. Volvemos a pistas largas, sube bien de vueltas, pero en modo tractor, bastante vibración, nada que ver con el molinillo de la 630SMC que me encanto y sorprendio en Formigal, no entiendo tanta diferencia si es el mismo motor. Llegamos a una zona en subida, algo rota en la que el modo tractor del monocilindrico hace que la suba sin problemas, no era una zona excesivamente mala, pero me imaginaba ahí con la 800 sufriendo como un perro. Al llegar arriba Txague me propone cambiar por la KTM, bajar y volver a hacer la subida rota
Me subo, lo primero que noto el asiento una delicia, ni el de la 800 oiga! , después los mandos, los acabados, todo es mas moderno, el sonido del Leo, bufff, y luego el cambio es mantequilla, suavidad, el freno delantero, simplemente acojonante, progresivo y luego clavando si quieres. Subimos otra vez la zona rota, la moto va por donde yo quiero, en la Husqy iba por donde quería ella, la vibración es mucho menor, la moto sube como un avión, en una zona en curva pico embrague en segunda, doy gas y la patada es cojonuda, brutal. Salimos un poco campo a través y luego pistas rapidas otra vez, Txague me incita a que acelere a tope, no me quiero pasar, pero le hago caso al final, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, esto no tiene fin joderrr, y luego frena, frena de cohones. Salimos al asfalto, aquí me esperaba lo que iba a ver, en una recta larga, la pongo a 120 y sÍ, el viento te jode bastante, pero en la 800 pocas veces me ponía a 120 con tacos, en autopista veces puntuales… Con una pantalla, creo que puede mejorar, lo que si recuerdo en esa recta fue de ir en 6ª (sin saberlo) y querer meter una marcha mas…pero es lo que hay.
Os dejo la única foto que hice, la moto parece muy pequeña, pero es la impresión que da con las bieletas, la verdad es que se llega muy bien al suelo, pero tendre que probar la altura de serie a ver que tal o bajando tijas y tocando asiento y amortiguador igual me arreglo, no lo se.
Conclusion: se despejan todas las dudas, quizás la Husqvarna digan que es mas trail y la KTM mas enduro, pero en sensaciones, a mi me parecio al revés, me quedo con el nerviosismo de la Husqy y el ir sobre railes de la KTM. Con el freno de la KTM, alucinante y con la postura y comodidad de su asiento. Y luego en cuanto a estética siempre lo tuve claro, aquí cuestión de gustos, pero para mi gana la KTM por goleada, y ya con un kit de pegatas a lo “killo”, para babear.
Insisto en los agradecimientos a Txague, y sabe que le debo no una, si no dos, por las dos pruebas.
En cuanto vuelva a rodar esta pendiente un finde por tierras zamoranas seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario